Me llamo Emma y tengo 46 años.

Mi historia con Angelina empezó en el 2013 cuando mi hijo mayor tenía un añito y me apunté a sus clases en Betanzos buscando alguna actividad para hacer algo de ejercicio. Aunque ya había hecho danza oriental anteriormente, lo mío fue un flechazo inmediato, me encantó la energía positiva que desprende y que me hacía salir nueva de las clases, la feminidad de la danza en si, y la técnica y disciplina que impone como profe. Es impresionante todo lo que sabe, la pasión que le pone y lo bien que lo explica.

Así es que desde entonces, y debido a cambios laborales, la fui siguiendo por diferentes lugares y distintos horarios: martes noche en el Burgo, sábados mañana en Coruña, jueves tarde Coruña, miércoles mañana...y así hasta que en 2018 conseguimos abrir grupo en Betanzos, ¡por fin de nuevo en casa! 

Hace meses, con el confinamiento llegaron las clases online y el zoom, y me encantó la experiencia porque nos mantuvimos en activo y en contacto. Y este año continuaré así porque me viene genial para conciliar con las actividades de mis 2 niños.

Animo a todo el mundo a probar, porque seguro os quedaréis enganchadas a esta forma de pasarlo bien, haciendo mucho ejercicio.